Se entrenaban para estar muertos. Todas las tardes después de salir del colegio hacían las mismas prácticas.
Ellos llegaban sobre las siete a la lonja que quedaba en la zona sur de la ciudad y a las órdenes del capitán del equipo se despojaban de sus ropas y se enfundaban en sus túnicas blancas.
-Un ritual que a veces daba miedo-Ese día sus rostros se volvieron blancos y sus manos se paralizaron mirando al techo. Al cabo de media hora y rompiendo el silencio se escuchó una voz lejana, algo o alguien indicó que, de ellos uno había sido seleccionado.
Miren E. Palacios
Bilbao a, 28 de Abril de 2012
Ellos llegaban sobre las siete a la lonja que quedaba en la zona sur de la ciudad y a las órdenes del capitán del equipo se despojaban de sus ropas y se enfundaban en sus túnicas blancas.
-Un ritual que a veces daba miedo-Ese día sus rostros se volvieron blancos y sus manos se paralizaron mirando al techo. Al cabo de media hora y rompiendo el silencio se escuchó una voz lejana, algo o alguien indicó que, de ellos uno había sido seleccionado.
Miren E. Palacios
Bilbao a, 28 de Abril de 2012