Según una reciente investigación de la Academia Sahlgrenska en Suecia y las informaciones de Michael Nillsson, coautor del estudio, los cuales se han basado en más de un millón de sujetos, entre ellos varias parejas de gemelos, los jóvenes que practican a diario o de forma regular ejercicio físico tienen un cociente intelectual más alto y por tanto son más propensos a estudiar en la universidad.
Los efectos positivos se notan en el pensamiento lógico y la comprensión verbal. Estar en forma ayuda a tener un corazón fuerte y gran capacidad pulmonar, y que el cerebro reciba gran cantidad de oxígeno.
Todo ello nos sugiere que la educación física debería jugar un papel clave en las escuelas porque el estudio muestra que si el ejercicio se practica con regularidad entre 15 y 18 años, el rendimiento cognitivo aumenta.
También se ha comprobado que, entre los sujetos estudiados, los que estaban en forma a los 18 años tenían más probabilidad que otros de acceder a estudios superiores y obtener por tanto puestos de trabajos cualificados.
Los efectos positivos se notan en el pensamiento lógico y la comprensión verbal. Estar en forma ayuda a tener un corazón fuerte y gran capacidad pulmonar, y que el cerebro reciba gran cantidad de oxígeno.
Todo ello nos sugiere que la educación física debería jugar un papel clave en las escuelas porque el estudio muestra que si el ejercicio se practica con regularidad entre 15 y 18 años, el rendimiento cognitivo aumenta.
También se ha comprobado que, entre los sujetos estudiados, los que estaban en forma a los 18 años tenían más probabilidad que otros de acceder a estudios superiores y obtener por tanto puestos de trabajos cualificados.
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