La ansiedad es una reacción emocional humana en situaciones en las que se prevé un peligro o una amenaza para la vida y que genera un estado de alerta. A veces esto se vive como negativo, por los efectos que suceden en el organismo: nerviosismo, sudoración, agitación o aumento de la frecuencia cardiaca. Si sucede esto no nos debemos asustar, otra cosa es que se mantenga en el tiempo y con intensidad.
Tenemos que saber que el cuerpo y la mente reaccionan ante el peligro.
¿Cuándo puede ser una patología?
Cuando tenemos preocupación, inseguridad y dificultades para tomar decisiones. Sentimos sudoración, tensión muscular, aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Temblor en las extremidades y sequedad bucal. Inquietud, agitación, tensión y preocupación, la persona puede bloquearse e, incluso, echarse a llorar. También pueden darse dificultades para conciliar el sueño o para tener un descanso reparador. Entonces debemos acudir al médico.
¿Podemos equilibrar estos signos y síntomas? SI.
1.-Se debe comer sano, despacio y mejor hacerlo con compañía.
2.-Se debe descansar, dormir lo suficiente.
3.-Se debe hacer ejercicio físico, mejor al aire libre; andar rápido puede ser una buena opción.
4.-Se debe organizar uno y no intentar hacer todo; priorizar.
5.-Se debe tomar decisiones planteando el problema, analizando los pros y contras y eligiendo la solución menos mala; una vez hecha la elección, no volver atrás.
6.-Se debe hacer una interpretación de situaciones y problemas, sin ser catastrofistas. No se debe ser muy exigente con uno mismo.
7.-Se deben reconocer los méritos propios, eso ayuda a la autoestima. Se debe querer uno y respetarse.
8.- Se debe reforzar las conductas positivas, no se debe hacer las correcciones con broncas ni castigos, ni continuamente estar sacando el tema.
9.-Se debe realizar entrenamiento en técnicas de control de ansiedad y estrés: como la relajación, leer algún libro de autoayuda, o leer lo que más guste.
En definitiva se debe evitar estrés, a veces no podemos hacer frente a todo y el organismo explota con estos trastornos.
Se debe aprender a decir: NO
Os dejo algo relajante: "Con todo el corazón"de Jaime Barkin al piano.
Tenemos que saber que el cuerpo y la mente reaccionan ante el peligro.
¿Cuándo puede ser una patología?
Cuando tenemos preocupación, inseguridad y dificultades para tomar decisiones. Sentimos sudoración, tensión muscular, aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Temblor en las extremidades y sequedad bucal. Inquietud, agitación, tensión y preocupación, la persona puede bloquearse e, incluso, echarse a llorar. También pueden darse dificultades para conciliar el sueño o para tener un descanso reparador. Entonces debemos acudir al médico.
¿Podemos equilibrar estos signos y síntomas? SI.
1.-Se debe comer sano, despacio y mejor hacerlo con compañía.
2.-Se debe descansar, dormir lo suficiente.
3.-Se debe hacer ejercicio físico, mejor al aire libre; andar rápido puede ser una buena opción.
4.-Se debe organizar uno y no intentar hacer todo; priorizar.
5.-Se debe tomar decisiones planteando el problema, analizando los pros y contras y eligiendo la solución menos mala; una vez hecha la elección, no volver atrás.
6.-Se debe hacer una interpretación de situaciones y problemas, sin ser catastrofistas. No se debe ser muy exigente con uno mismo.
7.-Se deben reconocer los méritos propios, eso ayuda a la autoestima. Se debe querer uno y respetarse.
8.- Se debe reforzar las conductas positivas, no se debe hacer las correcciones con broncas ni castigos, ni continuamente estar sacando el tema.
9.-Se debe realizar entrenamiento en técnicas de control de ansiedad y estrés: como la relajación, leer algún libro de autoayuda, o leer lo que más guste.
En definitiva se debe evitar estrés, a veces no podemos hacer frente a todo y el organismo explota con estos trastornos.
Se debe aprender a decir: NO
Os dejo algo relajante: "Con todo el corazón"de Jaime Barkin al piano.
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