Si, rotundamente si afecta el verano a los ojos y al cuerpo en general.
Ya ha llegado el verano y con ello debemos tener cuidado de los rayos solares, tiene mucha fuerza y agresividad, y aun estando nublado ellos ejercen la misma fuerza; cuidado con le bronceado. Los problemas llegan cuando nos olvidamos de proteger el cuerpo, apareciendo manchas, enrojecimientos y lunares que pueden derivar en males mayores como el cáncer de piel. Según estudios recientes, sucede que, si nos quemamos 5 o más veces tomando el sol, aumentan en un 80% las probabilidades de desarrollar melanoma.
También se puede lesionar la visión, la queratitis en los ojos puede aparecer después de tomar un largo rato el sol, el ojo puede quedarse entreabierto y la córnea se puede inflamar. La conjuntivitis también puede hacer acto de presencia. Debemos proteger los ojos, tanto claros, como oscuros, con gafas de sol adecuadas para ello.
El cloro presente en las piscinas también es uno de los enemigos veraniegos de la vista. El compuesto de cloraminas, sustancia altamente tóxica, puede dar lugar por el contacto en los ojos a la conjuntivitis. Debido a ello, es recomendable el uso de gafas de natación, sobre todo en niños y en las personas mayores.
Ya ha llegado el verano y con ello debemos tener cuidado de los rayos solares, tiene mucha fuerza y agresividad, y aun estando nublado ellos ejercen la misma fuerza; cuidado con le bronceado. Los problemas llegan cuando nos olvidamos de proteger el cuerpo, apareciendo manchas, enrojecimientos y lunares que pueden derivar en males mayores como el cáncer de piel. Según estudios recientes, sucede que, si nos quemamos 5 o más veces tomando el sol, aumentan en un 80% las probabilidades de desarrollar melanoma.
También se puede lesionar la visión, la queratitis en los ojos puede aparecer después de tomar un largo rato el sol, el ojo puede quedarse entreabierto y la córnea se puede inflamar. La conjuntivitis también puede hacer acto de presencia. Debemos proteger los ojos, tanto claros, como oscuros, con gafas de sol adecuadas para ello.
El cloro presente en las piscinas también es uno de los enemigos veraniegos de la vista. El compuesto de cloraminas, sustancia altamente tóxica, puede dar lugar por el contacto en los ojos a la conjuntivitis. Debido a ello, es recomendable el uso de gafas de natación, sobre todo en niños y en las personas mayores.
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