Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa, a medida que esto sucede se va cobrando vivencias; ya es la cuarta vez que Jon no comparte la Noche Vieja conmigo, llevamos unos años que damos la bienvenida al año entrante desde situaciones diferentes y ciudades opuestas, es cierto que , se cruzan los pensamientos y los deseos en un punto alto donde la luna es testigo , pero al sonar las doce no se alzan las copas, ni tampoco se rozan nuestras manos al compas de la complicidad de esa claridad de su mirada.
Miren E. Palacios
Bilbao a, 13 de Febrero del 2011
Miren E. Palacios
Bilbao a, 13 de Febrero del 2011
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