Ese maravilloso viaje que le habían prometido jamás se realizo. Jon, al finalizar las clases tuvo que irse a Londres, su nuevo trabajo le esperaba y no podía renunciar a la oportunidad que le brindaban desde fuera.
Con el sueño roto e impotente por la coincidencia y con la ilusión frustrada, fue preparado su equipaje. En su maleta también ubico en uno de sus huecos esa frustración, esperando que con el paso del tiempo y su nuevo destino, su sonrisa pudiera amortiguar la pena.
Con el sueño roto e impotente por la coincidencia y con la ilusión frustrada, fue preparado su equipaje. En su maleta también ubico en uno de sus huecos esa frustración, esperando que con el paso del tiempo y su nuevo destino, su sonrisa pudiera amortiguar la pena.
Miren E. Palacios
A Coruña a, 5 de Mayo de 2012
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