Sus labios perfilados se contraen para dejar escapar un silbido corto, eso le permitía disponer de una forma nueva de comunicarse. Carmen, no sabía que le podría ayudar a subir la montaña de forma más segura.
La conducción del grupo no era fácil y cualquier mueca, sonido o herramienta, podría salvar una situación compleja e inclusive un accidente o una vida.Se había propuesto nuevas metas y su perro guía ya no era suficiente para poderlas alcanzar.
Miren E. Palacios
Bilbao, 10 de Noviembre de 2012
Imagen de google, autor o autora desconocido/a.
No hay comentarios:
Publicar un comentario