La falta de horas de sueño siempre tiene consecuencias palpables durante el día. Entre otras: tendencia a dormirse a todas horas, tristeza, irritabilidad, actitud pesimista, cambios repentinos de humor y aumento de la ansiedad.
Dispersos y con dificultades para centrarnos en un objetivo, bien sea el estudio, el trabajo o las labores cotidianas del día a día.
Una sola noche sin dormir es suficiente para que la actividad de los genes que controlan el reloj biológico de tus células se trastoque.
No pegar ojo aumenta los niveles sanguíneos de dos moléculas indicadoras de daño neuronal: la NSE y la S-100B. Es decir, la falta de sueño hace que perdamos tejido cerebral
No dormir altera la concentración en sangre de la hormona del apetito, eso hace que tengamos impulsos cuando no conciliamos el sueño de asaltar el frigorífico de madrugada.
Se está preparado para las peleas.
Los nervios están a flor de piel y es mucho más fácil que salte la chispa.
Se toman decisiones equivocadas o con mucho riesgo.
Los ojos están abiertos como platos por el aumento de dopamina, con el consiguiente riesgo para la salud.
Mientras dormimos las proteínas ß-amiloides que durante el día se acumulan en el cerebro –y que están relacionadas con el alzhéimer– se eliminan hasta reducir a mínimos su concentración.
Cuando pasamos una noche sin pegar ojo, nuestra mente falla: la formación de falsos recuerdos aumenta y la tendencia a incluir en nuestra descripción de unos hechos detalles erróneos se incrementa.
Después de pasar un día sin dormir es aconsejable que evites ponerte al volante, incluso si no has probado ni una gota de alcohol.
Todo esto lo avalan diferentes estudios científicos, entre otros:
-Estudios de neuroimagen realizados en la Universidad de Pensilvania (EE. UU.)
-Investigación de la Universidad de Upsala, en Suecia.
-Según comprobaron Amie Gordon y sus colegas de la Universidad de California, en Berkeley (EE. UU.).
-Científicos de las universidades de Berkeley y Harvard (EE. UU.)
-Y un estudio en la universidad de Holanda..
- Disminuye la atención en todos los ámbitos.
Dispersos y con dificultades para centrarnos en un objetivo, bien sea el estudio, el trabajo o las labores cotidianas del día a día.
- Se altera el reloj biológico.
Una sola noche sin dormir es suficiente para que la actividad de los genes que controlan el reloj biológico de tus células se trastoque.
- Se pierden neuronas.
No pegar ojo aumenta los niveles sanguíneos de dos moléculas indicadoras de daño neuronal: la NSE y la S-100B. Es decir, la falta de sueño hace que perdamos tejido cerebral
- Se tienen ganas de comer sin parar.
No dormir altera la concentración en sangre de la hormona del apetito, eso hace que tengamos impulsos cuando no conciliamos el sueño de asaltar el frigorífico de madrugada.
- Irritabilidad a tope.
Se está preparado para las peleas.
Los nervios están a flor de piel y es mucho más fácil que salte la chispa.
- Adoptas decisiones temerarias.
Se toman decisiones equivocadas o con mucho riesgo.
- Estás eufórico.
Los ojos están abiertos como platos por el aumento de dopamina, con el consiguiente riesgo para la salud.
- Se puede sufrir riesgo de alzhéimer.
Mientras dormimos las proteínas ß-amiloides que durante el día se acumulan en el cerebro –y que están relacionadas con el alzhéimer– se eliminan hasta reducir a mínimos su concentración.
- Se altera la memoria.
Cuando pasamos una noche sin pegar ojo, nuestra mente falla: la formación de falsos recuerdos aumenta y la tendencia a incluir en nuestra descripción de unos hechos detalles erróneos se incrementa.
- Conduces peor.
Después de pasar un día sin dormir es aconsejable que evites ponerte al volante, incluso si no has probado ni una gota de alcohol.
-Estudios de neuroimagen realizados en la Universidad de Pensilvania (EE. UU.)
-Investigación de la Universidad de Upsala, en Suecia.
-Según comprobaron Amie Gordon y sus colegas de la Universidad de California, en Berkeley (EE. UU.).
-Científicos de las universidades de Berkeley y Harvard (EE. UU.)
-Y un estudio en la universidad de Holanda..
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