martes, 1 de noviembre de 2016

Las castañas, famosas en otoño.

Las castañas son uno de los frutos secos más conocidos y populares. Es característico del otoño, de sabor ligeramente dulce y su gran aporte en calorías las convierte en el alimento preferido para los más peques de la casa y también para adultos, sobre todo cuando son consumidas asadas.
¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un día en el campo, buscando castañas y recogiéndolas del suelo con cuidado tras haberlas desprendido de su ‘protección’ tras pisarlas o con la ayuda de un palo de madera?, creo que casi todos y todas. 
A nivel nutritivo las castañas destacan por su altísimo contenido en hidratos de carbono, convirtiéndose así en una excelente fuente de energía. No obstante, su aporte calórico es en realidad bajo, ya que 100 gramos de castañas aportan solo 190 kilocalorías. Por otro lado, también destaca su aporte en vitaminas del grupo B, C, E y A, fibra y minerales como el magnesio, potasio, hierro y fósforo.
Consumir regularmente frutos secos ayuda a prevenir la aparición de las enfermedades cardiovasculares, además de aportar nutrientes esenciales para nuestro organismo.
Sin embargo su aporte en calorías puede convertirlas en aparentes ‘enemigos’ para cuando se siguen dietas de adelgazamiento, los frutos secos tienden a ser alimentos tremendamente calóricos. 
Al llegar el otoño surge la pregunta: ¿Las castañas engordan? Mejor conocer las calorías de las castañas, y descubrir si engordan o no.
¿Las castañas engordan? 100 gramos de castañas aportan aproximadamente 190 calorías, se caracteriza por ser el fruto seco que menos grasa contiene, dado que por cada 100 gramos aporta sólo 2 gramos de grasa. Por este motivo, las castañas no tienden a incidir negativamente en el incremento de peso, aunque debemos comerlas con moderación. 
Sus cualidades las convierten en un alimento interesante para dietas, ya que aportan saciedad a nuestro organismo gracias a su altísimo contenido en fibra, por lo que tienden a disminuir nuestra sensación de hambre, ayudándonos a “comer menos”.
También aportan buenas cantidades de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Esta es, en realidad, una cualidad menos conocida pero importantísima en tanto en cuanto ayuda a cuidar nuestro sistema cardiovascular, siendo ideal a la hora de reducir el colesterol elevado y los triglicéridos altos (dos afecciones, dicho sea de paso, tan relacionados con el exceso de peso).
Lo recomendable es consumir un puñado entre dos a tres veces por semana. Con moderación es posible disfrutar de ellas, son sabrosas y hacen las delicias de peques y grandes. 


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