El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial: se estima que en 2005 murieron de cáncer 7,6 millones de personas, y en los próximos 10 años morirán otros 84 millones si no se toma ninguna medida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto el objetivo mundial de reducir las tasas de mortalidad por enfermedades crónicas en un 2% anual entre 2006 y 2015. El logro de ese objetivo evitaría más de 8 millones de los 84 millones de muertes previstas por cáncer a lo largo de la próxima década, y la OMS está intensificando su respuesta para alcanzar esa meta.
Se estima que más del 40% de todos los cánceres se pueden prevenir. Sin embargo, el pronunciado aumento de algunos factores de riesgo, como el consumo de tabaco y la obesidad, está contribuyendo a aumentar la incidencia de la enfermedad, al igual que el aumento del consumo de alimentos elaborados ricos en grasas, azúcar y sal.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) y las organizaciones de pacientes oncológicos han hecho un llamamiento, en una rueda de prensa, para que la palabra cáncer no sea utilizada como sinónimo de "negatividad" y "destrucción".
Un menor consumo de frutas y verduras; y un estilo de vida más sedentario no ayuda a mejorar las cifras.
El resultado es que la carga (incidencia) de cáncer y de otras enfermedades crónicas está aumentando.
Otros factores de riesgo prevenibles son muchos carcinógenos ambientales y las infecciones que causan el virus de la hepatitis B y el papilomavirus humano.
Debido a ello es recomendable una dieta rica en frutas y verduras, más plancha que guisos, deporte moderado, bicicleta, pasear, natación o cualquier actividad que nos ayude a evitar el sedentarismo. No consumir tabaco, alcohol o drogas, procurar estar en ambientes saludables, escapadas a la naturaleza, etc., son buenos consejos para llevarlos a cabo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto el objetivo mundial de reducir las tasas de mortalidad por enfermedades crónicas en un 2% anual entre 2006 y 2015. El logro de ese objetivo evitaría más de 8 millones de los 84 millones de muertes previstas por cáncer a lo largo de la próxima década, y la OMS está intensificando su respuesta para alcanzar esa meta.
Se estima que más del 40% de todos los cánceres se pueden prevenir. Sin embargo, el pronunciado aumento de algunos factores de riesgo, como el consumo de tabaco y la obesidad, está contribuyendo a aumentar la incidencia de la enfermedad, al igual que el aumento del consumo de alimentos elaborados ricos en grasas, azúcar y sal.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), la Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS) y las organizaciones de pacientes oncológicos han hecho un llamamiento, en una rueda de prensa, para que la palabra cáncer no sea utilizada como sinónimo de "negatividad" y "destrucción".
Un menor consumo de frutas y verduras; y un estilo de vida más sedentario no ayuda a mejorar las cifras.
El resultado es que la carga (incidencia) de cáncer y de otras enfermedades crónicas está aumentando.
Otros factores de riesgo prevenibles son muchos carcinógenos ambientales y las infecciones que causan el virus de la hepatitis B y el papilomavirus humano.
Debido a ello es recomendable una dieta rica en frutas y verduras, más plancha que guisos, deporte moderado, bicicleta, pasear, natación o cualquier actividad que nos ayude a evitar el sedentarismo. No consumir tabaco, alcohol o drogas, procurar estar en ambientes saludables, escapadas a la naturaleza, etc., son buenos consejos para llevarlos a cabo.
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