domingo, 26 de septiembre de 2010

Una escapada a la montaña

Y dio otro bocado aun no deseando hacerlo, no fue el último, debía comer dado que había caminado muchas horas. Al subir a la cima de aquel monte se encontró a los buitres que se les veía de cerca, la panorámica era maravillosa, le permitía divisar y vibrar con todo lo que se encontró.
En esa salida, el montañero no se encontraba animado, el bocadillo no era de tortilla, a lo largo del camino fue haciendo paradas y de vez en cuando bebía agua y comía algo, además había salido solo y el clima no era muy favorable.
Miren E. Palacios
Bilbao a 22 de Septiembre 2010

No hay comentarios: