domingo, 6 de marzo de 2011

El maquinista

Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa, lo que implica que se libre diferente, apenas ya disfrutamos de los fines de semana, de esas cenas cercanas, y  esos bailes en los que tu susurrabas tiernas frases en mi oído………no existen las salidas de antes.
Ahora todo transcurre  entre el  ruido de los trenes y el sonido del silbato, así van pasando las horas y con ello se van esas vivencias que jamás compartiremos; en cada parada  pienso  en el regreso, añoro el calor y los desayunos, el reloj es cómplice de  las ausencias y la nostalgia de lo que pudo ser y no fue.
Miren E. Palacios
Bilbao a , 14 de febrero del 2011



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