La noche es una estrella en tu cucharilla, al igual que el día es el reflejo de tus ojos en los míos; brillas e iluminas la ciudad con tus pasos, cuando paseas se encienden las farolas, ellas son testigo de tus amores, en las paradas, a veces algunos besos sellan mi frente, de esas acciones sus esquinas resultan ser espías y mi corazón tímidamente salta de alegría.
Miren E. Palacios
Bilbao a, 9 de septiembre del 2011
Miren E. Palacios
Bilbao a, 9 de septiembre del 2011
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