Ya casi nadie recuerda en Llodio el origen del día de las morcillas, datado al mismo tiempo que la comida de la cofradía, en 1599, cuando los cofrades sacrificaban varios carneros para la comida del domingo, y con la sangre, se elaboraban las morcillas que se degustaban mientras elegían el vino del día siguiente.
Hay tradiciones que acompañan a un pueblo a sangre y fuego. En Llodio-Laudio es la de comer morcillas el día grande de sus fiestas. No es que la costumbre tenga su origen en una violenta batalla, todo lo contrario, sino que la sangre del alimento y el fuego bajo de las parrillas son indispensables para disfrutar de este modesto embutido, que la imaginación popular va camino de elevar a manjar.
Laudio consumió ayer 8.000 kilos de embutido, a esto se debe añadir todo lo que sale fuera incluso al extranjero.El día 29 toca fin de fiesta.
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