La picadura de una medusa es el accidente marino más frecuente que ocurre en nuestras playas.
Debemos tener cuidado cuando nos introducimos en el agua y mirar bien la zona.
Dependiendo principalmente de cuál es la especie responsable de la picadura, ésta tendrá una gravedad diferente, pudiendo ir desde un leve picor a un dolor intenso y a producir lesiones cutáneas (existen incluso especies tropicales que pueden llegar a ser mortales).
La picadura se produce cuando entramos en contacto con la medusa. Al rozarla, se estimula un pequeño pelo sensorial que poseen en sus células y se provoca que se dispare un pequeño arponcillo por el que nos inyecta el veneno, recibimos así cientos o miles de pequeños aguijonazos.
¿Que hacer en caso de picadura?
1-No frotar la zona afectada ni con arena ni con una toalla. Lavar con agua salada la zona afectada y retirar los retos con una pinza.
2- Aplicar hielo metido en una bolsa de plástico. Hay que evitar siempre el contacto del agua dulce con la zona afectada. La sensación de frío, por una parte aliviará el dolor o el escozor.
3-Si hemos visto la medusa que nos picó, tratar de que la identifiquen comparándola con las especies existentes.
4-Si nos sentimos mal o las molestias persisten, acudir a un puesto sanitario. Las picaduras de las medusas pueden tener efecto diferente en diferentes personas ya que pueden desarrollar respuestas de tipo alérgico o producir un choque anafiláctico. Ante sucesivos casos de picaduras el organismo desarrolla una hipersensibilidad, resultando cada vez más afectado.
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