Miércoles, 21 de Julio de 2010 - Actualizado a las 04:17h.-SINDICATO ELA
Pero en qué red? Todo apunta a que en la red de privatizaciones que a medio plazo tiene previsto Osakidetza. En este caso, se trata del asalto a la Atención Primaria, último reducto vírgen, en el que las subcontrataciones aún no habían hecho de su capa un sayo.
Para empezar, el teléfono de contacto es un 902, o sea de pago. Los teleoperadores/as son subcontratados y aunque el personal de enfermería en esta primera atacada los contrata directamente Osakidetza, en adelante, tal y como han manifestado representantes de Osatek (empresa de capital público pero de gestión privada que dirige el cotarro), serán subcontratados.
O-sarean, nace con vocación de complementar el servicio ofertado en Atención Primaria, introducir nuevas tecnologías en el control del crónico, con la finalidad de minimizar la presencia de usuarios en los centros de salud y, a continuación, reducir recursos humanos, tanto en las áreas administrativas como en las sanitarias.
He aquí las respuestas a las plegarias de Osakidetza ante la falta de profesionales médicos y de enfermería. Ahora nos damos cuenta de por qué no disponemos de un plan de reposición para el personal que se jubila, cuando la media de edad en Osakidetza es de 49 años. Sencillamente, no lo van a necesitar.
El modelo sanitario pasa de ser presencial y con relación directa profesional/usuario, a ser un modelo a distancia en el que el primer contacto será con una maquinita que por reconocimiento de voz o pulsando determinada tecla derivará la atención, bien a un área administrativa para gestionar una cita o bien a un profesional de enfermería para que, a través de una valoración inicial o triaje, resuelva la situación o la derive al profesional médico.
Los responsables de Osakidetza dicen que estas funciones de consejo sanitario ya las vienen desarrollando en el servicio de emergencias, lo cual es cierto, puesto que el caso que se describe a continuación es un hecho real. Embarazo extrauterino con rotura de trompa (caso de extrema gravedad) diagnosticado por teléfono por el médico como gastroenteritis y tratado con limonada alcalina. Según el ginecólogo que atendió el caso posteriormente, 20 minutos más hubieran sido fatales para la paciente. ¿Negligencia? ¿error? ¿de quién?. Evidentemente no del facultativo, que si la hubiera tenido delante, sólo con explorarla su diagnóstico hubiera sido certero.
El personal que atenderá a través de Osarean a toda la población de la CAV en el plazo de tres años no es el de referencia de cada persona en su centro de salud. Es más, no se aplican los mismos protocolos de atención, ni de citación ni siquiera la oferta de servicios es la misma. Sin embargo los gestores de Osakidetza argumentan que se trata de explotar las TICs para lograr que el enfermo se implique en su proceso terapéutico. ¿No es evidente que la relación directa del usuario con sus profesionales de referencia, será más productiva? ¿Qué medidas se van a tomar frente a los errores que en estos casos tienen una repercusión sobre personas? ¿Es lícito con la que está cayendo, invertir 14 millones de euros, en un proyecto de dudoso resultado?
Merche L. Alonso- ELA
No hay comentarios:
Publicar un comentario