sábado, 29 de enero de 2011

El lado más canino

Todo el mundo sabía que era una mujer bala, lo que no podían imaginar es que se tratara  de alguien cercano, su comportamiento la delataba aunque su vestimenta  ambigua dejaba bastante que desear.
Siempre mostraba su lado más canino, era como si se tuviera de forma constante un espía, su sombra merodeaba por aquellas colinas, observaba y sus movimientos rápidos permitían tener la respuesta.
Al cabo de unos días  fue sencillo echar el guante al atracador que  una vez más había dado esquinazo a la policía.  

Miren E. Palacios
Bilbao, a 14 de Enero del 2011

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