Algunos lloran en la soledad de las tinieblas, donde las nubes se encuentran y los cielos se oscurecen. Son esos diminutos rayos que alumbra la luna los que nos indican el inicio de esa travesía que es la noche, al amanecer comienza la vida y con ella el bullicio de esos pequeños que ríen las gracias en ese patio de colegio donde ellos son los artistas y hacen de esas horas su pequeño reino.
Es tal el disfrute que no se percatan de la campana que les avisa de su vuelta a las aulas, ese contraste hace que cada día sea diferente.
Miren E. Palacios
Bilbao a 13 de Octubre del 2010
Es tal el disfrute que no se percatan de la campana que les avisa de su vuelta a las aulas, ese contraste hace que cada día sea diferente.
Miren E. Palacios
Bilbao a 13 de Octubre del 2010
2 comentarios:
Kaixo, ¿Vas a publicar algo de relatos?, un saludo.
Kaixo, por el momento voy poco a poco, ya se verá, ahora es todavía muy pronto para saber ciertos asuntos,gracias y un saludo.
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