No dije que lo sabía ni tampoco que lo había visto allí donde decías, revise las notas que estaban en el archivo para averiguar tal como acordamos. Al final logre encontrar cuál era aquel recorrido que todos los años se hacía, casi como un ritual, eran multitud y todos juntos llegaban a la explanada .
Sacaban la tortilla y algo de vino y con alegría cantaban. Entonaban el aleluya, para después acercarse con júbilo a una riqueza del pueblo, donde ricos y pobres iban a la antigua pero cuidada ermita.
Miren E. Palacios
Bilbao, a 15 de Mayo del 2010
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