Hasta que decidimos volver a colgarla en la pared llegaron los pájaros y sonó la aldaba. Era el vecino de la vieja casona en medio del bosque; sola y casi deshabitada, donde la penumbra era la compañera.
Al fin, aquella reliquia que dejo el abuelo ya estaba casi rota, se unirán sus trozos y limpiaran su polvo. Ahora en su nueva morada será la reina y a través del espejo se reflejará de frente.
Miren E. Palacios
Bilbao, 27 de abril del 2010
Al fin, aquella reliquia que dejo el abuelo ya estaba casi rota, se unirán sus trozos y limpiaran su polvo. Ahora en su nueva morada será la reina y a través del espejo se reflejará de frente.
Miren E. Palacios
Bilbao, 27 de abril del 2010
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