Eran las cuatro de tarde cuando al asomarse por el bacón, Igor sorprendido vio marchar a la Sra. Celia, iba despacio porque su muleta le impedia ir rápido , llevaba ritmo y parecía que fuera con cierta prisa, el dudo, pensó que tuviera un compromiso o que pudiera ir de viaje.
El al rato se fue a su habitación y relajado escucho su música preferida, había tenido un examen y estaba feliz porque sabía que lo iba a aprobar, ya metido en su mundo no oyó el timbre de la puerta ,pero al rato sonó el teléfono y cuál fue su sorpresa que la Sra. Celia le requerió para desearle una buena tarde, ella tenia detalles porque Igor la apreciaba, al final se acerco donde vivia Igor , él no dudo en preguntarla, ¿qué fue hacer esa tarde?, la vi ir rápido, ¿algún problema?, ya sabe que puede contar conmigo le comenta Igor, claro, se que tú me ayudas, no pasa nada solo que fui a visitar a unas personas a la residencia, ya sabes y si no te lo cuento ahora , estoy como voluntaria y me gusta de vez en cuando asistir a esas charlas e ir a visitar a esas personas que están solas, Igor, sorprendido, le recomendo que ella es la que debe cuidarse, estar tranquila y pasear, a eso que Igor le comento, ella con impulso le respondio, no, no es así, aquellos me necesitan , yo soy afortunada porque no estoy sola, se ocupan de mi, ellos no tienen a nadie, remarca de forma insistente, estoy, les doy compañía y converso, nos contamos nuestras historias, ¿ya sabes esas cosillas de mayores? , y a los que tienen Alzheimer les doy cariño y ellos, continua explicándole, ríen o lloran, porque en su corazón no se sienten libres.
El joven Igor cuando ella se fue se quedo escuchando su música, los Beatles ,pensativo…………, muy pensativo, y la Sra. Celia se fue contenta, como si llevará todas las notas del compas en su paso, firme aunque lenta hacia su casa, pero con ritmo, Igor continuo pensando en ella, penso que , pareciera que llevara alas porque transmitia paz y serenidad, creyo que al final fue un día redondo, penso Igor, agradable , y disfruto también de la compañía de la Sra. Celia, a su lado puesto que se sintio feliz………………..un día agradable, le gusto la sonrisa con la que le despidio la Sra. Celia, penso, que era el mejor regalo.
Miren E. Palacios
Bilbao, a 30 de Mayo del 2010
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