La cena se enfriaba en la mesa porque se había llevado sin esperar a la hora fijada donde se tenía que ir, se salía al porche para disfrutar del roció, hacía calor, y se decidió que era mejor tomar de primero el fresco, de segundo la luna, de postre las estrellas, y de bebida la compañía, en la bandeja venia una nota de melodía, todo resulto ser un coctel que se deleito al momento.
Miren E. Palacios
Bilbao, a 11 de Junio del 2010
2 comentarios:
Precioso y refrescante....Acabo de leerlo y va con la noche.
Unos pueden hacer esto, aquello, lo otro, y más; otros, no pueden ni alargar el brazo, entonces difícilmente podrán ver y tocar los elementos que existen en el cielo, tierra y mar……………Eskerrik asko
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